El colibrí maya

"Leyenda"

Los mayas, más viejos y sabios, cuentan que los dioses crearon todas las cosas de la tierra. Y a cada animal, a cada árbol y a cada piedra le encargaron un trabajo. Pero, cuando ya habían terminando, notaron que no había nadie encargado de llevar los deseos y pensamientos de un lado a otro.

Como ya no tenían barro ni maíz para hacer otro animal, tomaron una piedra con jade y tallaron una flecha. Era una flecha muy chiquita. Cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y la flechita salió volando. Ya no era una flechita, porque estaba ¡VIVA!.
Los dioses, habían hecho un colibrí. 

Era tan frágil y tan ligero el colibrí que podía acercarse a las flores más delicadas sin mover uno solo de sus pétalos. Sus plumas brillaban bajo el solo como gotas de lluvia y reflejaban todos los colores. 
Entonces los hombres trataron de atrapar al pájaro precioso para adornarse de plumas. Los dioses se enojaron y ordenaron "Si alguien lo atrapa, el colibrí morirá"

Por eso, nunca nadie ha visto un colibrí en una jaula ni en la mano del hombre.
Así, el misterioso y delicado pajarito puede hacer tranquilo tu trabajo: llevar de aquí para allá los pensamientos de los hombres. Si te desean un bien, él te trae el deseo; si te desean un mal, el también te lo trae.

Si un colibrí vuela alrededor de tu cabeza, no lo toques. El tomará tu deseo y lo llevará a los otros; piensa bien y desea cosas buenas para todos. Por algo pasa el colibrí por tu camino; puede ser para bien... o para mal.